¿Cómo funciona?
“En las alas, durante el vuelo, en lugar de tanques de combustible se pueden instalar nanogeneradores triboeléctricos que, utilizando las vibraciones de la estructura y la fricción generada por la flexión de las alas durante el vuelo, pueden generar la energía necesaria para alimentar varios motores eléctricos más pequeños”, explicó.
Bonikowski asegura que la eficiencia energética de este tipo de sistemas ya es lo suficientemente grande como para ser utilizada en esta clase de máquinas. En particular, destacó que el paquete de baterías necesario para el transporte solo debe satisfacer la necesidad del despegue y del aterrizaje.
“El vuelo en sí podría generar la energía necesaria para mantenerlo y, probablemente, para cargar las baterías”, agregó el diseñador de aviones, que se inspiró parcialmente en el Maveric del fabricante europeo Airbus, una aeronave de fuselaje integrado con dos motores en la cola que reduciría las emisiones de carbono en un 20 %.